Christopher, un niño de
7 años de edad, era uno de los niños más tiernos que eh conocido. No era un
niño muy bonito, alguna clase de enfermedad que me es desconocida, había
provocado que la piel de todo su cuerpo se viera arrugada, Su cara parecía la
de un anciano y sus dientes estaban torcidos. Pero para mí era hermoso.
Las manos del pequeños estaban
callosas lo que provocaba que su toque provocara un pequeño escalofrió ante lo
espero. Sus ojos eran de un hermoso color miel, y a pesar de lo que pasara en su
vida, ellos siempre tenían una mirada cálida para cualquiera, inclusive su
familia, los cuales, a mi parecer, no lo merecían.
Christopher era el más pequeños de una
familia de 7 integrante, todos hermosos. La familia Dean era una familia
reconocida por su belleza, la madre había ganado premios por participar en
concursos de belleza, pasos que seguían sus hijas. El jefe de la familia, era
un hombre muy apuesto, belleza que heredaron sus otros 2 hijos. Christopher
marcaba la diferencia.
Los padres nunca le prestaban
atención, yo era su única amiga. Al ser él el último, siempre lo ignoraban,
dormía en el sótano, un pequeño cuarto junto al área de lavado. Un lugar en el
que sus padres, al parecer, querían esconderlo. Solo tenía un catre sucio, unas
mantas, y toda su ropa era de segunda mano. Sus padres decían que no gastarían en
él, más de lo necesario.
Dentro de una familia de narcisistas,
Chris también hacia la diferencia, con su sonrisa amable a todos y su mirada
tierna, inocente ante lo que el destino le tenía deparado. Él era el niño que
solo pedía un poco de amor de sus padres, el que sonreía con su toque, incluso
si este fuera fuertes golpes con los que lo castigaban por existir.
Chris siempre me decía que no le
importaban los golpes y los gritos, ya que, aunque fuera de ese modo, sus
padres le dedicaban tiempo y con esas acciones él sentía que le decían cuanto
lo amaban. Yo siempre sentía tristeza por eso, no era justo que el niño más
hermoso y tierno del mundo sufriera todo eso.
Yo creía que cuando sus padres se
dieran cuenta del corazón tan inocente del niño, lo amarían más que a la joya
más preciosa del mundo, pero no fue así, ahorita mismo, estoy en el funeral del
pequeño Chris, el cual, a sus tiernos 7 años de edad, fue asesinado por los
brutales golpes de sus padres.
Ahí está él, en el ataúd, frio e
inmóvil, su rostro seguía con esa sonrisa suya, yo solo podía llorar, aunque
tengo 8 años, sabía que lo amaba y ya habíamos planeado que de grandes nos
casaríamos, pero el ya no estaría conmigo y el nunca cumplirá su sueño de
recibir un beso, una sonrisa o un abrazo por
parte de sus padres.
por favor, dime que este es solo el primer capitulo, y hay mas, mucho mas, has que despierte de algún modo sobrenatural y pueda cumplir su sueño de estar con su amiga y amor.
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